Viernes. Luego de dos horas en el automercado llego a la entrada del edificio, precedida por el muchacho del carrito con las bolsas, donde él me estaba esperando.-Te tardaste -me dice con una sonrisa.-Viernes, seis de la tarde, ayer fue quincena, y hoy había azúcar -es todo lo que respondo, y le basta para saber…
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Esta mañana no tengo nada que decir
porque todo lo que pienso, todo lo creo sobre el momento que atraviesa mi maltratado país, lo sintetiza Héctor de excelente manera en Ficción Caracas. Por eso, me tomo el atrevimiento de copiar aquí sus palabras textualmente: Pero no convencen Un abyecto personaje (o personaja, según las convenciones vigentes enVenezuela), salido del más recalcitrante caldo…
Viviendo con Mafalda
Tiene casi seis años, un hermanito pequeño y no le gusta la sopa, y hace un par de semanas (cuando la diplomacia patria semejaba una mosca golpeándose repetidas veces contra un cristal) durante un almuerzo le dijo a su papá: ¿sabes que quisiera saber, papi? ¿Qué mi nena?, preguntó él, ¿Quien ganó los puntos para…
Su-misión Identidad
Desde hace algunos años la avenida en la que vivo ha sufrido una acelerada transformación. Como casi toda Caracas se ha convertido, indeteniblemente, en un mercado gigantesco. Insoportable. Con las aceras llenas de fruteros, verduleros, relojeros, pincheros, parrilleros, manicuristas, ciditeros, telefoneras… !Basta! me da calor sólo intentar enumerar tan inmensa fauna. Fue por esta razón…
Lecturas a la carta
En La Victoria, ya dije que viví allí durante muchos años, tuve oportunidad de conocer y participar en la creación de clubes de lectura en algunos liceos de la ciudad. Por ese entonces, yo formaba parte de un grupo literario de cuyo nombre no quiero acordarme, y al que no puedo negarle tampoco algunas cosas…
La vida en un botón
Las vacaciones están a punto de terminarse, y aunque en estas fechas se suele complacer a los chicos en cuanto a comidas, películas, juegos y tiempo a compartir, es en los últimos días cuando nuestra perimisividad arrecia. Así, Ariadna puede acostarse a la hora que le plazca y Fabrizio puede jugar Play Station hasta que…
Carretera de recuerdos
A veces me pasa que alguna idea o alguna imagen o, incluso, sólo alguna frase, se apropia de mi cabeza y, por más que insista, no puedo sacarla. Y no me queda otro remedio que sucumbir. Hace un par de semanas sucumbí a las frases que me estaban rondando desde hace algún tienpo y así,…
Las manos
El chico tiene las manos bonitas, las mueve en el aire como queriendo atrapar algo. Eso es lo que hace que levante la vista del libro en el que me refugio mientras viajo en el metro. Está sentado con su mamá, frente a mí. No quiero parecer indiscreta por estar mirándolo, así que intento continuar con…