Cuando Carlia Barreto me envió un correo pidiéndome tres títulos venezolanos con los que me gustaría celebrar el Dia del libro, para un artículo que escribiría, entré en pánico. Muchos son los títulos venezolanos que he leído a lo largo de mi vida de lectora y muchos son los que aprecio. Sin embargo logré hacerme de una lista de 10 títulos/autores con los que me gustaría celebrar.
Lamentablemente Carlia no podía publicarlos todos por lo que me vi obligada a reducir mi selección, dejando por fuera algunos libros que me son muy caros.
Mi lista completa es la que sigue*, y quise compartirla con mis lectores:
1.- Piedra de mar / Cuentos, Francisco Massiani: Siempre que algún adolescente (y a veces no tanto) que no tiene hábito de lectura me pide alguna recomendación (e incluso sin que me la pida) recomiendo leer Piedra de mar y los libros de cuentos (la antología de Monte Ávila es perfecta) de Francisco Masiani. Tiene la frescura, el humor y la ternura que se necesita, pero además toda la tragedia de esos años de juventud. Reí hasta el llanto con corcho y lloré hasta la risa con El llanero solitario.
2.- Si yo fuera Pedro Infante / Mascarada / El diario del enano / Los platos del diablo, Eduardo Liendo: Un hombre que no puede dormir por una corneta de un carro que suena a media noche descubre que es un «hijo»
del cine mexicano y que, en su imaginario, «héroe» es igual a Pedro Infante; y a partir de allí traza una divertida y nostálgica línea en el recuerdo de una época, de una Caracas que desapareció hace años. Particularmente crecí viendo cine mexicano y disfruté muchísimo con este libro, que me recuerda las tardes de Pedro Infante con mi abuelo. Mascarada es un relato genial que muestra todas las posibilidades de ser de un mismo individuo y en cuanto al Diario del enano, siempre digo que es un texto lúcido y premonitorio de nuestra situación política actual. Por su parte, Los platos del diablo aborda los dilemas de la creación y el talento (o la falta del mismo), así como la envidia y el plagio en una novela que escapa de la etiquetas del género.
3.- Casas muertas / Oficina Nº 1, Miguel Otero Silva: Si un personaje femenino merece ser recordado es Carmen Rosa. Toda su tragedia es un poco la tragedia de una Venezuela de la época de Gómez, que se adapta a la época del petróleo y al nacimiento de ciudades petroleras, mientras que otras quedan, mueren en la desidia y el abandono. Sufrí con la muerte de Sebastián y todavía recuerdo con ternura el romance imposible entre Carmen Rosa y el maestro Carvajal.
4.- Compañero de viaje, Orlando Araujo: Cuando lo leí me impresionó esa facilidad de transmitir las atmósferas que describe. Tiene la capacidad de dar a lo cotidiano un toque surrealista, como en los cuentos de Felisberto Hernández. Mi cuento favorito de ese libro es La yunta Borracha. Me marcó muchísimo, las cosas que escribía por ese tiempo estaban muy influenciadas por Compañero de viaje, quería lograr esa mirada limpia sobre lo cotidiano.
5.- La luna de Fausto, Francisco Herrera Luque: Una novela de caballería con personajes que alguna vez escuchaste nombrar en la clase de historia del colegio. La luna de Fausto es una mezcla de aventura, fantasía y acción en la época de la conquista con el mito de El Dorado incluido.
6.- Sólo quiero que amanezca, Oscar Marcano: Con este libro descubrí que el realismo sucio no sólo puede ser gringo, que también hay aquí un tremendo exponente de esta línea narrativa. Lo cotidiano, las derrotas, las frustraciones, lo patético (¿cómo olvidar el cuento Los pollos?) son el fondo de estos textos cortados con bisturí. Cuando leí el cuento A los que nunca terminaron nada, supe que ese libro iba a ser uno de mis favoritos en el tiempo. Como en efecto.
7.- El borrador / Falke, Federico Vegas: El borrador fue un gran descubrimiento, fue lo primero que leí de este autor y fue lo que me movió a seguir buscando en su obra. Son cuentos impecables, entre divertidos y tiernos. Con ese tono mágico de lo oral que tiene Federico Vegas para contar, que lo hace uno de los mejores narradores de estos tiempos y lo demuestra con estos dos libros en los que pone de manifiesto su versatilidad. Falke es, a mi gusto una de las mejores novelas históricas de Venezuela.
8.- La huella del bisonte / El regalo de Pandora, Héctor Torres: Aunque no tuviera razones personales para querer mucho estos libros, La huella del bisonte sería uno de los libros de mi vida. Cada vez que lo leo siento que conozco a los personajes y lo peor, siento que ellos me conocen, que Gaby y Karla están allí para recordarme la adolescente que fui y cómo fue que me hice mujer. Simplemente pareciera que han compartido mis angustias. De El regalo de Pandora me gusta lo sensorial de sus imágenes, los desplazamientos de los personajes por la caótica Caracas de todos los días, lo cotidiano. Leer Marlenys nunca se sueña en Caracas fue, sin duda, un golpe en el estómago del que aún no me repongo.
9.- Los jardines de Salomón, Liliana Lara: Los cuentos de Liliana se parecen a los post que solía leer en su blog. Textos precisos, concisos, sin rebuscamiento, ni búsquedas poéticas que aburran. Historias bien contadas, como por ejemplo El perro de Nina Hagen, cuyo final aún me entristece.
10.- Payback, Lucas García París: Lucas es heredero de la cultura pop, heredero del comic y del pulp. Los textos de Payback están llenos de violencia caraqueña, de humor negro, de descreimiento, de ausencia de ilusiones. En pocas palabras están llenos de la vida diaria en la ciudad más violenta del continente.
*¿La aclaratoria necesaria? Que el orden que tiene esta lista viene dado por el orden en que leí los textos y no por el nivel de afecto/importancia que tienen para mí.
1 comentario en «Una lista más a propósito del día del libro»