A veces pienso que las conexiones que puedo hacer entre las cosas están marcadas por las incontables canciones que conozco, y que a veces esos vínculos no tienen real conexión a menos que se encuentren en el universo que existe tras esta cara, bajo este cabello. Creo que es sólo lo que evoca cada cosa en el momento de presentarse.
¿Cómo fue que leyendo Estambul, de Orhan Pamuk, terminé recordando algunas frases cantadas por Janis Joplin, en Kozmic blues? No lo sé, pero aquí están ambos aunque sólo sea para complacer a quien escribe este par de parrafitos.
«Observaba los vehículos que pasaban por el puente de Gálata, los suburbios bordeados por casas de madera aún sin derruir, las calle estrechas, la multitud que acudía a algún partido de fútbol o cómo un remolcador de estrecha chimenea avanzaba por el Bósforo tirando de gabarras cargadas de carbón, pero también escuchaba los sabios consejos que mi padre me daba sobre la vida como, por ejemplo, que uno debe seguir con mucho cuidado sus propios instintos, sus manías y sus obsesiones, o que la verdad era que la vida pasaba muy deprisa y era mejor que uno supiera lo que quería hacer, o sus insinuaciones de que en realidad uno sólo puede conseguir una vida de cierta profundidad escribiendo, dibujando o pintando, y notaba que las imágenes se fundían con sus palabras en mi mente. Al poco rato todo se unía en mi cabeza, la música que estábamos escuchando, las imágenes de Estambul que fluían por la ventanilla del coche, el ambiente de algunos callejones adoquinados y sus aceras, por los que mi padre desviaba sonriendo con un «¿Doblamos por aquí?», y me hacía sentir que nunca encontraremos una respuesta a las preguntas fundamentales que nos hacemos en la vida pero que es bueno que nos la preguntemos, que el objeto de la vida y la felicidad están en lugares que no percibimos o no queremos percibir, y que hay otra cosa tan importante como todos esos problemas, y son las imágenes que vemos por las ventanas del coche, del barco o de nuestra casa mientras estamos obsesionados con ellos persiguiendo el placer o la profundidad de la vida; porque con el tiempo la vida, como la música, la pintura o las historias, llegará a su fin con todas sus subidas y bajadas, pero las visiones de la ciudad que pasan ante nuestros ojos permanecían con nosotros durante años como recuerdos surgidos de un sueño.»
«Don’t expect any answers, dear,
For I know that they don’t come with age, no, no.
Well, ain’t never gonna love you any better, babe.
And I’m never gonna love you right,
So you’d better take it now, right now.
For I know that they don’t come with age, no, no.
Well, ain’t never gonna love you any better, babe.
And I’m never gonna love you right,
So you’d better take it now, right now.
Oh! But it don’t make no difference, babe, hey,
And I know that I could always try.
There’s a fire inside everyone of us,
You’d better need it now,
I got to hold it, yeah,
I better use it till the day I die. «
And I know that I could always try.
There’s a fire inside everyone of us,
You’d better need it now,
I got to hold it, yeah,
I better use it till the day I die. «
Que, traducida diría algo como esto:
«No esperes ninguna respuesta, querido,
porque sé que ellas no vienen con la edad, no, no,
si, nunca más voy a amarte mejor que ahora, chico,
y nunca voy a hacerlo correctamente,
así que es mejor que lo tomes ahora, inmediatamente!
porque sé que ellas no vienen con la edad, no, no,
si, nunca más voy a amarte mejor que ahora, chico,
y nunca voy a hacerlo correctamente,
así que es mejor que lo tomes ahora, inmediatamente!
Pero esto no hace la diferencia, nene… no,
y sé que siempre podré intentarlo,
hay un fuego en el interior de cada uno de nosotros,
y más vale que lo necesites ahora,
tengo que tomarlo, si,
más vale que lo use hasta el día en que me muera.»
y sé que siempre podré intentarlo,
hay un fuego en el interior de cada uno de nosotros,
y más vale que lo necesites ahora,
tengo que tomarlo, si,
más vale que lo use hasta el día en que me muera.»