Una vez, hace mucho tiempo, intenté escribir un libro de cuentos en donde pretendía explorar los días de la adolescencia y la melancolía que me producen los nublados días de lluvia. Días que por aquí, por este lado del mundo, se han empeñado en regarse a lo largo del año sin dejarnos sentir cuándo empezaron o cuándo terminaron esos causantes de tanto caos en nuestro país y en mi ánimo.
Hace un par de días, en una tarde de lluvia leía Ritual que se prolonga, un libro de poemas de Yadira Pérez. Creo que lo que sentí entoces se parece mucho a lo que sentía en un atardecer lluvioso vivido alguna vez, hace mucho tiempo, cuando intenté escribir un libro de cuentos.
Aquí les dejo una muestra de la poesía de Yadira.
Alguna vez tu nombre
se posó sin permiso en mi almohada
Estuvo allí por horas
días
Fueron los días del invierno
mi mano
mantuvo tanto tiempo
el teléfono cercano al pecho
como si de él dependiera
la vida
o la muerte
pero el invierno
se ha ido alejando poco a poco
y con él
la certeza de una llamada
de unas palabras
cercanas a mi pecho
y es de una soledad este verano
que nada importa ya
la vida
o la muerte.
Ha llovido tanto
y no sé
si esta fría tarde de agosto
los árboles del patio
resistan semejante tristeza.
Hace días que ando extraviada
y no me reconozco
Es un estado agónico
con el deseo de la desnudez
en tus manos
La humedad de los dedos es
poesía en mi nocturnidad
Animal en celo
a punto de morir
La dureza de tu cuerpo crecido
es un recuerdo
que tiene la permanecia
de la noche
No te encuentro
y otra piel sabe
de la caricia que te pertenece.
¡Tanto sitio ilusorio tanto lugar de no llegar nunca!
Enrique Molina
Es julio ya
Cae la lluvia
a través de la niebla de una taza de café
un ave detiene su vuelo
Las alas sepias
sacuden las lágrimas de Dios
El recuerdo se hace tristeza
como la del patio a esta hora imprecisa de la tarde
Las guayabas marchitas
torturadas por la impetuosidad del agua
descansan sobre el barro frío
El ave lanza un grito
intenta el vuelo
Detrás de los cristales húmedos
otra tempestad está por desatarse.
Muy guapo el poema e interesante blog, saludos desde Barcelona España
Lennis, tus poemas me gustan muchísimo, escribes muy bien, has tocado mi corazón, gracias,
Carmen Cristina Wolf